Friday, August 18, 2006

AYER en Teatro Camino














El jueves 3 de agosto se llevó a cabo el estreno del destacado montaje que tendremos en cartelera durante el mes de agosto, donde Aldo Parodi, Hellen Cáceres y Alejandro Trejo dan cuenta del mundo propuesto por Juan Emar.
Basada en la novela escrita por Emar en 1935, Pato Pimienta rescata el devenir de una pareja, que tras asistir a un decapitamiento público en la plaza del pueblo, termina en el taller de un artista, donde más tarde sucederán los más delirantes hechos.
Si te la perdiste en Cité Jofré, ahora es tu oportunidad para no dejar pasar uno de los más comentados montajes del presente año.

AYER/ CRITICA DE PEDRO LABRADomingo 21 de mayo de 2006
"Ayer": Una revelación cautivante PEDRO LABRA HERRERA
Primer intento de llevar a escena uno de los textos de Juan Emar, autor de culto, "Ayer" tiene sin duda logros excepcionales. Sin ser fiel al original, recupera de modo tan vívido el espíritu del novelista, pintor y dibujante chileno, vanguardista por excelencia que en los años 30 promovió un Arte Nuevo, que uno sale de la función con ganas de saber más de este creador cautivante que aún hoy parece fresco e innovador.El dramaturgista y director Pato Pimienta se vale sólo del tercer capítulo de su novela (más bien antinovela) homónima de 1935, para cumplir su propósito. En un escenario que semeja un cuadro enmarcado, muestra la visita de un burgués y su esposa al alucinado pintor Rubén de Loa en su taller en que todo es verde. Farsa delirante y paródica que suele teñirse de thriller (y se resuelve como tal), crea un mundo distorsionado e inconexo, desconcertante y atemorizador, por completo impredecible, que lejos de las leyes naturales obedece a su propia lógica. Absurda y desopilante por lo general, su aspecto lúdico y burlón parece siempre disimular un trasfondo sádico y pervertido. Es de precisión matemática y tiende a la vez al esoterismo, mientras sugiere -y se abre al final- hacia cierto horror metafísico.En la elaborada puesta, que dura 70 minutos, resuenan las influencias cubistas, surrealistas y simbolistas que nutrieron a Emar, y contiene amalgamados la mayoría de sus temas (disputa entre arte anquilosado e innovación, el triángulo, el doble, los juegos espacio-temporales) y constantes estilísticas (el gusto por lo anacrónico, la violencia, la risa liberadora). Despliega grandes actuaciones de Alejandro Trejo y Aldo Parodi, una admirable musicalización, una escenografía laberíntica y asombrosos efectos especiales.

AYER/ CRITICA DE JAVIER IBACACHE 23 de mayo 2006
COMENTARIO/
UNA EXPERIENCIA PLÁSTICA DELIRANTE Y SURREALISTA
Adaptación de un pasaje de la novela homónima de Juan Emar, "AYER" constituye una propuesta atípica dirigida por Pato Pimienta ("El húsar de la muerte") a causa del modo en que fusiona el extraño humor del original con una dirección plástica que abre los caminos al delirio y la desmesura. El texto data de 1935, se ambienta en la ficticia San Agustín de Tango y refiere los episodios experimentados por Onofre Borneo y su mujer, Emarela, durante su paseo dominical. La puesta - que abre la sala del nuevo Centro Cultural Cité Jofré- desarrolla la visita de la pareja (Alejandro Trejo y Hellen Cáceres) al taller del pintor Rubén de Loa (Aldo Parodi), luego de asistir a una decapitación en la plaza pública. El encuentro, aparentemente cortés, avanza hacia la discusión en torno a la naturaleza del placer y el amor y a la desacralización sarcástica de supuestos religiosos, y deriva en un violento pleito metafísico motivado por cuestiones estéticas. La adaptación mezcla indistintamente en los diálogos cuotas de lógica y absurdo y por esa vía recrea el universo extravagante y desconcertante de Emar. El interés narrativo se mantiene gracias a las interpretaciones del elenco, que se apega a un estilo realista y melodramático y que subraya por contraste la incoherencia y comicidad de la situación. La escenografía (diseño de Loreto Monsalve) se encajona en la sala a la manera de una pieza surrealista y juega con la perspectiva y los tonos cromáticos, aunque pronto es intervenida por efectos disparatados que la "deconstruyen". El espectáculo - respaldado por Fondart- es una efectiva y alucinante materialización del temple de Emar y, por ello, sirve de experiencia iniciática para quienes desconocen su obra y resulta indispensable para sus incondicionales.
Por Javier Ibacache V. (Publicado en la Segunda)

"AYER HACE JUSTICIACON JUAN EMAR" Eduardo Guerrero /LA TERCERA
"UNA REVELACIÓN CAUTIVANTE"* Pedro Labra /EL MERCURIO***
"UNA JOYITA TEATRAL"* *Marietta Santi/ LA HORA ***
" LA VENGANZA DE **UN ESCRITOR INCOMPRENDIDO" Rodrigo Castillo/ LAS ÚLTIMAS NOTICIAS
"UNA VISITA SORPRENDENTE"* Marcela Rivera/ LAS ÚLTIMAS NOTICIAS***
"PIMIENTA Y EMAR JUNTOS SON DINAMITA"* *Rodrigo Hidaldo/ LA NACIÓN ***
"UNA EXPERIENCIA PLASTICA, **DELIRANTE Y SURREALISTA" Javier Ibacache/ LA SEGUNDA

Tuesday, August 01, 2006

"Infamante Electra" llega a su fin.














"Estoy nerviosísimo, como si fuera el estreno", declamó Óscar Hernández, minutos antes de entrar al escenario. ¿La razón? Entre los aproximadamente 130 asistentes a la función se encontraba su esposa e hija.

Es sin duda un día especial, todo se hace por última vez. Cada acción, cada palabra, cada dimer de la mesa de luz, cada pista de sonido tiene ese extraño y ritualístico valor.

La función fué impecable y el público disfrutó muchísimo a pesar del infamante frío de Santiago de Chile, julio, cero grados... dos meses y medio de funciones para un proyecto de más de tres años de gestación y tres meses de ensayo.

La temporada se nos pasó volando, al respecto de lo anterior, Héctor hizo una muy cierta analogía: "...El Teatro es como la comida: se trabaja por mucho tiempo, se recolectan los ingredientes, se preparan los aderezos con anticipación para que después el festín sea disfrutado en un breve lapso, pero ojo, si la comida es mala, nos tardaremos en comer y se nos hará eterno un plato de comida..." afortunadamente el montaje fué muy bien cocinado.

Mientras la última función se llevaba a cabo, comenzó a surgir desde la cafetería un delicado y esquisito aroma a mariscos. Sí, otra cosa se cocinaba, era el curanto en ebullición que esperaba a todo el equipo de "Infamante Electra". Elenco, técnicos y productores gozaron de un muy agradable y regado fin de temporada.

Entre discursos, conversación y vino blanco la noche se fué convirtiendo en día, recordamos anécdotas, a los anecdóticos y ausentes Benjamín Galemiri y Raúl Ruiz y especulamos del futuro. Un ambiente de cariño y respeto, de sueños y realidades.

Mientras tanto se desmontó la escenografía y se limpió el lugar. Ya en la mañana, el escenario estaba como si nunca hubiese habido montaje, al igual que los platos de greda lavados que no acusaban el delicioso contenido de pocas horas antes. Bueno, nosotros sabemos que dentro de los platos estuvo el curanto que ahora corre por nuestras venas, y también sabemos que en el escenario estuvo la poesía que ahora alimenta nuestras vidas.Gracias "Infamante Electra"